Alena Douhan, relatora especial de la ONU sobre el impacto negativo de las medidas coercitivas unilaterales en el disfrute de los derechos humanos, realizó una visita de 11 días a Irán y se reunió con funcionarios de 30 Ministerios y agencias gubernamentales, el ministro de Relaciones Exteriores, el ministro del Interior, el ministro de Justicia y la vicepresidenta iraní para Asuntos de la Mujer y la Familia.
También se reunió con funcionarios de las secciones de sanidad, medicina, alimentos, aviación, seguros, banca, transporte, vivienda, energía, agricultura, economía, turismo, refugiados, gestión de crisis, bienestar social, mujeres, niños, Media Luna Roja y deportes, así como profesores universitarios, ONGs, sector privado, pacientes con enfermedades especiales y veteranos de guerra, añadió Gharibabadi.
Dijo que el gobierno de Irán no interfirió en la agenda de la relatora especial con respecto a las ONGs y la sociedad civil, ya que hizo su trabajo como lo había planeado.
Las sanciones primarias y secundarias, la amenaza de sanción y el cumplimiento excesivo han exacerbado la situación de los derechos humanos en Irán, mientras que el Banco Central de Irán debe estar completamente a salvo de estas medidas, dijo Gharibabadi citando a la relatora en su informe.
También dijo que la política de máxima presión y amenazas contra países, personas y entidades constituye una violación del principio de cooperación entre estados, solución pacífica de disputas, igualdad de soberanía y no injerencia en los asuntos internos de los países. Las sanciones contra Irán violan los compromisos mínimos de los tratados internacionales y regionales de derechos humanos.
El funcionario iraní añadió que las medidas contra Irán tomadas por EEUU podrían obviamente etiquetarse como medidas coercitivas unilaterales que han sido condenadas en varias resoluciones del Consejo de Derechos Humanos y la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU).
Las sanciones contra las exportaciones de Irán y su banco central y otras entidades e individuos han resultado en una reducción de los ingresos del gobierno, aumento de la inflación y la pobreza, falta de recursos para las personas de bajos ingresos y también la incapacidad del gobierno para mantener la infraestructura como escuelas, hospitales, viviendas, refinerías, carreteras y aviones, así como planes de desarrollo y relacionados con el medio ambiente, dijo.
También señaló que la inaccesibilidad de Irán a maquinaria moderna, repuestos, tecnología y software junto con el bloqueo de sus fondos en varios países y la privación de préstamos de emergencia han dañado los derechos económicos y sociales del pueblo iraní y sus derechos a la salud, la vida, la alimentación, vivienda, etc.
A pesar de las exenciones para alimentos y medicinas, las exenciones han demostrado ser prácticamente ineficaces, dijo Gharibabadi, y añadió que las sanciones han afectado negativamente el derecho a la educación, la cooperación internacional científica, deportiva y cultural.
Sin embargo, la relatora de la ONU ha hecho algunas recomendaciones a Irán para mitigar los impactos de las sanciones al tiempo que enfatiza que nada podrá justificar la violación fundamental de los derechos humanos, dijo Gharibabadi.
Alena Douhan que comenzó su visita de 11 días de duración a la República Islámica el 7 de mayo señaló que la visión de algunos relatores respecto a las sanciones unilaterales es política en vez de ser humanitaria, concluyendo que algunos de ellos plantean los enfoques de ciertos medios, incluido BBC.
Estados Unidos abandonó unilateralmente el acuerdo nuclear el 8 de mayo de 2018, reimponiendo además duras sanciones a Irán de acuerdo con su política de “máxima presión”.
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